domingo, 25 de marzo de 2012
sábado, 16 de julio de 2011
- Sueños.
He tenido un sueño,
me encantaba el sueño,
ahora sueño que se hace realidad
pero siempre habrá quien lo arruinará.
¿Por qué lo hacen?
Porque ellos no sueñan.
¿Nunca han soñado?
No, a ellos también se los han arruinado.
- Hippie Sweets -
- Durante tanto tiempo.
Durante tanto tiempo,
sí durante tanto tiempo,
lo he estado esperando,
esperando a él.
No sé cuanto tiempo,
cuanto tiempo lo he esperado,
lo que sí puedo saber,
es que ya no le esperaré.
- Hippie Sweets -
lunes, 27 de junio de 2011
- La soledad.
Quería darle un homenaje a esos momentos de soledad, los que me ayudaron a pensar, a aclarme las ideas, a llorar sola, a hacerme madurar de cualquiera de las maneras o tan solo a ver las cosas de otra manera, de darme cuenta lo que estaba viviendo.
Hay momentos, en los que te sientes perdida, que no tienes ganas de ver a nadie, no quieres hablar y menos de que alguien te pregunte "¿Qué te pasa?" o "Estás rara", ahí es cuando te das cuenta que lo que sientes por dentro y pretendías esconder se ha hecho más grande y haciendo que se pueda ver en tu cara o en como eres. Lo mejor es sentarte, cerrar los ojos y pensar, aunque a veces un par de lágrimas nunca vienen mal, ya que es la mejor forma para sacar de dentro lo malo. Por eso, nunca hagas caso cuando te digan "No llores", eso es lo peor que puedes hacer, porque de ahí todo se te va a ir acumulando para mal, así que llora, llora y llora todo lo que necesites, no te aliviará completamente, pero al menos servirá para no sentirte tan mal...Mientras piensas, seguro que lo malo va a seguir presente, no te digo yo que no puedas evitarlo, pero si puedes contraatacarlo, piensa en lo bueno, ¿Qué no ves cosas buenas? Pues yo tampoco veo muchas, pero a veces pienso en mis amigas, en que mañana será un nuevo día, que irá a mejor, aunque no siempre será así, ¿Y qué? Es la única manera para hacerte fuerte.
- Hippie Sweets -
Novedad
Llegue a casa tras mi visita a casa de Kristen, fuera llovía a cantaros como si por alguna razón la luna y el sol se hubieran enfadado dando lugar a un baño de lágrimas. Entre al recibidor deje mis llaves junto con mi bolso sobre la mesita de cristal y grite:
-Will ¿estás en casa? - pero no hubo respuesta -¿Will?
Nadia respondió a mi respuesta pero aun así sabía que William estaba en casa podía olerlo, era capaz de sentir sus leves respiraciones en algún recóndito lugar de nuestra enorme mansión. Ascendí piso por piso sin hallar rastro de mi amigo. Hasta que llegue al último piso donde se encontraban nuestros dormitorios.
Conforme me acercaba a su cuarto más fuerte se volvían sus respiraciones, latidos y hedor cada paso que daba me acercaba a la respuesta de por qué Will no quería verme. Sin más alce mi pierna con suma gracia y entré junto a Will.
La imagen que encontré fue como poco una de mis peores pesadillas. Vi a Will tirado sobre lo que fueron sus sabanas color perla, cubierto de arañazos y sangre por todos sitios. Instintivamente corrí hacia el aferrándolo entre mis brazos.
-¿Que te ha pasado?- pregunte con voz apagada.
-Solo son unos arañazos no te preocupes Elena - susurro en un intento de que su voz pareciera firme.
Le puse mi dedo encima de sus carnosos labios en forma de reproche y corrí hacia la tercera planta en busca del botiquín. Yo nunca fui buena en medicina de echo hasta hace poco la sangre me mareaba. Agarre la enorme caja que era el botiquín y corrí hacia arriba.
Al llegar pude ver que había mucha sangre como para limpiarla con un algodoncito mojado en alcohol así que corrí en busca de un paño esterilizado y agua caliente.
En cuanto los obtuve fui directa al cuarto de Will.
-¿Dónde te duele más?- me aventure a preguntar.
-Por el cuello- dijo con un hilo de voz.
Sujete el paño con cierta inseguridad, lo empape en agua caliente y comencé a limpiar la herida. Sin querer hice un movimiento un poco más brusco de lo que debería con el paño y Will se quejó un poco.
-Lo siento- solté avergonzada.
-Shhh…, lo estás haciendo muy bien- me dijo con el mejor timbre que pudo entonar.
Cuando termine de limpiar el enorme arañazo que cruzaba el cuello de Will, cogí un algodón mojado en alcohol y cuando me disponía a acercarme a la herida mi mirada se encontró con la de Will. Nos miramos sin poder apartarnos ni un solo milímetro el uno del otro y nos vimos atrapados en una especie de cúpula, él sonreía a pesar del dolor y yo simplemente estaba ahí quiete mirando fijamente esos enormes ojos verdes que tanto deseaba. De poder haberme ruborizado lo hubiera estado pero desde que abandoné el mundo de los vivos o por lo menos de los mortales había perdido cualquier capacidad de expresar mis sentimientos, mis miedos, mis debilidades.
Seguimos observándonos sin saber bien que decir. Cuan de repente algo me fue empujando hacia él, sin poder parar de mirar, sin poder hacer que cesaran mis sentimientos hacia él. Lentamente nos fuimos pegando cada vez más hasta que nuestros labios se encontraron chocando el uno con el otro alterados, nos dejamos llevar por la novedad en un baile desenfrenado marcado por el romance de nuestros corazones. Ya nada importaba, el tiempo había dejado de pasar, todo se había congelado a excepción de una cosa, nuestro amor.
domingo, 26 de junio de 2011
- Soy idiota.
Él, sentado frente a mi, me miraba con sus ojos marrones.
- Te quiero -Me atreví a decir.
- ¿Por qué? -No sabría muy bien como describir su mirada.
- Creía que tú podrías responderme -Bajé la mirada.
- No te entiendo, lo siento.
Levanté la mirada, y ahí estaba él, tan perfecto como siempre, y eso que no lo conocía de nada. Respiré hondo y solté:
- Soy idiota -Como siempre, echándome la culpa sin razón.
- ¿Por qué dices eso? -Me cogió una mano, y sonrió. Su sonrisa me volvia loca.
- Porque te quiero.
- ¿Y qué tiene de malo?
- Que no te conozco de nada, ¿Tal vez por eso?
- Te quiero -Me atreví a decir.
- ¿Por qué? -No sabría muy bien como describir su mirada.
- Creía que tú podrías responderme -Bajé la mirada.
- No te entiendo, lo siento.
Levanté la mirada, y ahí estaba él, tan perfecto como siempre, y eso que no lo conocía de nada. Respiré hondo y solté:
- Soy idiota -Como siempre, echándome la culpa sin razón.
- ¿Por qué dices eso? -Me cogió una mano, y sonrió. Su sonrisa me volvia loca.
- Porque te quiero.
- ¿Y qué tiene de malo?
- Que no te conozco de nada, ¿Tal vez por eso?
- Hippie Sweets -
- Eso que llaman MIEDO.
Mucha gente se pregunta en momentos de su vida, ¿Qué es el miedo? Yo, por mi parte, no tengo ninguna respuesta a esa pregunta, tampoco podría explicar claramente lo que significa Miedo. Para mí, el miedo es algo que temo, que me asusta...Por ejemplo, estás en tu casa. ¿Todo bien no?, ahora...¡OH! Se fue la luz. Todo oscuro, no sabes lo que hay al rededor, y claro está, empiezas a imaginar cosas, que a lo mejor, hay alguien detrás tuya para matarte, ¿Y por qué? Porque nosotros nos ponemos como protagonistas, a ver voy a explicarme mejor...Un día, ves una película de terror, como por ejemplo El Resplandor (el otro día la vi), ¿Y qué es lo que pasa? Que tú, haces como si fueras el protagonista de la película (La película es sobre un hombre que se vuelve loco en un hotel que está cuidando, y no tiene otra cosa que hacer que perseguir a la mujer con un hacha, muy inteligente por su parte tengo que añadir, porque es que la mujer esa, es de todo menos lista.), es decir, tú eres como si fueras la esposa del hombre, y entonces, tú te imaginas que en cualquier momento va a venir el hombre rompiendo puertas con un hacha para matarte, ¿Entiendes? Lo único que hacemos es meternos en el personaje protagonista (el que va a morir, claro), que es lo que no tenemos que hacer de ninguna manera, que después queremos pasar por un pasillo a oscuras y no hay manera, en serio.
- Hippie Sweets -
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